En una final cargada de tensión y dramatismo disputada en el estadio Ahmad bin Ali de Al-Rayyan, Catar, el París Saint-Germain se proclamó campeón de la Copa Intercontinental 2025. Tras igualar 1-1 en los 120 minutos de juego, el equipo francés se impuso en una insólita tanda de penaltis por 2-1, consolidando un año perfecto bajo el mando de Luis Enrique y dejando al Flamengo de Jorge Carrascal a las puertas de la hazaña.
Desde el pitazo inicial, el PSG tomó la iniciativa con su característico juego de posesión, mientras el Flamengo, dirigido por Filipe Luís, apostaba por un bloque sólido y transiciones rápidas. El marcador se abrió a los 38 minutos cuando el georgiano Khvicha Kvaratskhelia aprovechó un rebote corto del portero Agustín Rossi tras un centro de Désiré Doué. Aunque el VAR ya había invalidado un gol previo a Fabián Ruiz, esta vez la anotación fue legítima, enviando a los europeos al descanso con la ventaja mínima.
El volante colombiano Jorge Carrascal inició como titular, ocupando una posición clave en la creación del "Mengão". Sin embargo, el cartagenero no logró desplegar el brillo que mostró en la semifinal. Aunque fue uno de los más buscados por sus compañeros para romper líneas, le costó imponerse en los duelos individuales contra la defensa parisina. Tras registrar solo un remate a portería y una opción generada, el técnico Filipe Luís decidió sustituirlo al minuto 56 para dar entrada al delantero Pedro, buscando mayor peso ofensivo en el área.
La apuesta del Flamengo dio frutos al minuto 62, cuando Jorginho anotó el empate desde el punto penal tras una falta de Marquinhos sobre Giorgian De Arrascaeta. Con el 1-1, el partido entró en una fase de ida y vuelta que se extendió hasta la prórroga, donde el cansancio hizo mella en ambos bandos.
La definición se trasladó a los doce pasos, donde el portero ruso Matvéi Safónov se convirtió en el héroe absoluto de la noche. En una tanda marcada por los errores, Safónov detuvo cuatro cobros (a Saúl, Pedro, Léo Pereira y Luiz Araújo), permitiendo que los goles de Vitinha y Nuno Mendes fueran suficientes para que el PSG levantara el trofeo, pese a que Ousmane Dembélé también falló su ejecución.
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